No te des por vencido, aun vencido ...

viernes, 12 de septiembre de 2008

Sobrellevar el sufrimiento


¿Cuántas veces he sufrido en mi vida a nivel emocional?, realmente no lo recuerdo. Lo que si puedo recordar con claridad es la forma en cómo aquel sufrimiento me partía el corazón cada vez que lo experimentaba. Ojos hinchados de tanto llorar, inapetencia, decaimiento infinito, incertidumbre, poca fe, entre otras cosas era lo que sentía cada vez que en mi camino se cruzaba el sufrimiento. Podría enumerar todas las situaciones tristes o traumáticas que he vivido hasta este mismo instante en que estoy escribiendo, pero de qué serviría.

Vivir puede resultar por momentos una experiencia tormentosa, considerando que aparentemente no existen soluciones a nuestros problemas, pero tal vez sean necesarias estas situaciones porque ponen a prueba nuestra fortaleza y nos permite conocer nuestras propias limitaciones emocionales.

Estaría mintiendo si afirmo que todo en mi vida ha sido alegría. Como todo ser humano, en algunas ocasiones me he dejado llevar por el abatimiento y me he concedido el derecho de sentirme triste, de sentir dudas, de cuestionarme, de renegar, de lamentarme, pero en la mayoría de las veces no he permitido que aquel sentimiento me invada de tal forma que no me deje avanzar y cuando menos me lo esperaba las cosas se enderezaban por sí mismas, entonces, aparecía una solución aclarándose el panorama.

No creo que exista una fórmula mágica que pueda servirnos a todos de la misma manera. Lo que para mi funciona, posiblemente para otros sea tan sólo una pérdida de tiempo. Tal vez la relatividad, suerte o destino (como quieras llamarlo) va de la mano con nuestra vida y a cada decisión que tomamos se nos presentarán muchas alternativas de solución de acuerdo a los diferentes factores que podrían estar influenciando.

El sufrimiento siempre estará presente en nuestra vida, tal vez una forma de aminorar sus efectos negativos sea el hecho de aceptarlo como tal; de este modo, ampliando nuestra perspectiva, seríamos capaces de afrontar una determinada situación en forma menos traumática.

Quiero terminar esta entrada con las palabras que en alguna ocasión dijo el doctor Martin Luther King Jr.:

"Aquello que no me destruye, me hace más fuerte"

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