Creo que no soy la única, ni la primera ni la última en sentirse así. La vida esconde muchos misterios que vamos descubriendo a lo largo del camino. Hay una gran verdad acerca de la vida, y es que, a pesar de no tener control alguno sobre lo bueno o malo que nos pudiera suceder, si tenemos el control absoluto en relación a la actitud que asumiremos frente a un hecho determinado.
Retomando lo manifestado a cómo empezó todo esto, aquel día me senté en un lugar cerca a la ventana de mi habitación y con la luz reflejada por un poste de alumbrado público, cogí un papel y escribí todo aquello que se me vino a la mente, especialmente aquellos sentimientos que afloraban desde lo más profundo de mi ser. Un tiempo después mientras buscaba unos documentos encontré aquel papel, lo leí y recordé aquella sensación de soledad.
Para entonces no supe por que volví a guardarlo entre aquellos papeles, es posible que después de todo no quería desprenderme de aquel pasado y guardándolo me aferraba al ayer de alguna manera. Han pasado muchos años y por extraño que parezca hace una semana lo encontré nuevamente y al leer cuidadosamente entre líneas descubrí asombrada un mensaje para mí.
No es ficción amigos, aquellas líneas que tiempo atrás fueron escritas, recién ahora toman forma y es así que por medio de este blog quiero compartirlo con ustedes.
No es ficción amigos, aquellas líneas que tiempo atrás fueron escritas, recién ahora toman forma y es así que por medio de este blog quiero compartirlo con ustedes.