No te des por vencido, aun vencido ...

lunes, 24 de septiembre de 2007

Una sonrisa al aire

Mis hijos se acercaron para despedirse y saber si me encontraba bien; fue en ese momento cuando uno de ellos empezó a sonreir primero y luego a reir a carcajadas viendo una película cómica que estaban trasmitiendo vía cable.

Su risa fue tan contagiante que inevitablemente se dibujó en mis labios una sonrisa, luego solté unas cuantas carcajadas, pero fueron carcajadas con mucho dolor. ¿Qué pasó?, ¿risas dolorosas?. Por una cirugía realizada días antes, reir para mí, significaba un gran esfuerzo y a la vez un gran dolor.

Se dice que hay muchas cosas en esta vida que son totalmente gratis y uno puede disfrutar de ellas en abundancia sin temor que se agoten. La sonrisa es una de aquellas cosas que uno puede brindar a caudales sin correr el riesgo de caer en bancarrota. El simple hecho de no poder disfrutar en forma natural de una sonrisa me hizo reflexionar acerca de la importancia de sonreir, sonreirle a los hijos, sonreirle al vecino, sonreirle a la vida, ¿que cuesta?, nada, pero por qué muchas veces nuestro rostro es hostil y apagado.

Posiblemente aquellas personas cuyo rostro reflejan hostilidad, seriedad y en ocasiones podría incluirme en ese grupo, no tengamos muchas razones para sonreir, no lo sé, nadie sabe lo de nadie. Cada quien es un mundo de vivencias tristes o alegres, pero al fin y al cabo lo único que tenemos que hacer en esta vida es disfrutarla y aprender para crecer. La sonrisa además de levantarnos el ánimo genera cambios en nuestro entorno. No estaría exagerando si afirmo que una sonrisa puede obrar milagros; pero me refiero a aquella sonrisa que emerge desde lo más profundo de nuestro ser.

La vida por momentos puede parecernos un martirio debido a los problemas que se nos presentan, pero ¿quién no tiene problemas en su vida?. Nadie está libre; día a día los problemas y dificultades que tenemos que enfrentar serán nuestro mayor reto y tal vez en ese proceso uno va madurando y haciéndose cada vez más fuerte. Creo que permanecer serios sólo entorpece y complica nuestra existencia.

Quiero disfrutar de todo aquello que la vida nos brinda sin costo alguno, pero empezaré por la sonrisa aquel gesto dulce y cordial que no sólo nos enriquece espiritualmente sino que también nos conduce hacia una vida sana, alegre y positiva.

No hay comentarios: